En este taller hemos comenzado contando la historia "Asamblea en la carpintería" . Tras escucharla, hemos reflexionado sobre las cualidades y sentimientos de cada personaje del cuento, comparándolos con los nuestros propios.
Para cerrar el taller se han realizado distintos tipos de relajaciones y visualizaciones para experimentar las ventajas del trabajo en equipo y aprender a controlar las propias sensaciones.
Os dejamos con la historia trabajada para que también vosotros podáis reflexionar:
Asamblea en la carpintería
“Cuentan que a media
noche hubo en la carpintería una extraña asamblea. Las herramientas se habían
reunido para arreglar diferencias que no las dejaban trabajar.
El Martillo pretendió
ejercer la presidencia de la reunión pero enseguida la asamblea le notificó que tenía que renunciar:
–
No puedes presidir, Martillo – le dijo el portavoz de la asamblea – Haces
demasiado ruido y te pasas todo el tiempo golpeando.
El Martillo aceptó su
culpa pero propuso:
–
Si yo no presido, pido que también sea expulsado el Tornillo puesto que siempre
hay que darle muchas vueltas para que sirva para algo.
El Tornillo dijo que
aceptaba su expulsión pero puso una condición:
–
Si yo me voy, expulsad también a la Lija puesto que es muy áspera en su trato y
siempre tiene fricciones en su trato con los demás.
La Lija dijo que no se
iría a no ser que fuera expulsado el Metro. Afirmó:
–
El Metro se pasa siempre el tiempo midiendo a los demás según su propia medida
como si fuera el único perfecto.
Estando la reunión en
tan delicado momento, apareció inesperadamente el Carpintero que se puso su
delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el
tornillo. Trabajó la madera hasta acabar un mueble. Al acabar su trabajo se
fue.
Cuando la
carpintería volvió a quedar a solas, la asamblea reanudó la deliberación. Fue
entonces cuando el Serrucho, que aún no había tomado la palabra, habló:
–
Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja
con nuestras cualidades. Son ellas las que nos hacen valiosos. Así que propongo
que no nos centremos tanto en nuestros puntos débiles y que nos concentremos en
la utilidad de nuestros puntos fuertes.
La asamblea valoró
entonces que el Martillo era fuerte, el Tornillo unía y daba fuerza, la Lija
era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el Metro era
preciso y exacto. Se sintieron un equipo capaz de producir muebles de calidad.
Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.
Ocurre lo mismo
con los seres humanos. Observen y lo comprobarán. Cuando en un grupo se buscan
a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. En
cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás,
es cuando florecen los mejores logros humanos.
Es fácil
encontrar defectos, cualquiera puede hacerlo, pero encontrar cualidades, eso es
para espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos.
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